Trump y Cuba ¿quién se lleva el gato al agua?

Norelys Morales Aguilera.─ Desde el 17 de diciembre de 2014 en que los presidentes Barack Obama y Raúl Castro anunciaran el proceso hacia la normalización de relaciones, Cuba y Estados Unidos ha firmado 22 instrumentos bilaterales (acuerdos, memorandos de entendimiento, arreglos y tratados).

El pasado 25 de enero, con Donald Trump ya en la presidencia de EE.UU., el presidente Raúl Castro, en la V Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en República Dominicana, expresó la voluntad de proseguir el diálogo y la cooperación en temas de interés común.

Pero, no debe esperarse que para ello Cuba realice concesiones inherentes a su soberanía e independencia. Recordó el mandatario, que el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a la Isla durante 55 años persiste con considerables privaciones y daños humanos, y su existencia dificulta el desarrollo.

El pasado l3 de febrero el secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo que estaba en curso una “revisión plena de todas las medidas de Estados Unidos hacia Cuba” .

“El presidente se ha comprometido a mantener una agenda para asegurar los derechos humanos para todos los ciudadanos en todo el mundo. Y, a medida que pasemos revista a nuestras medidas con respecto a Cuba, eso estará en primer plano de nuestras discusiones”, añadió Spicer.

En los últimos días varios medios en Estados Unidos adelantan sobre el tema, en espera de los anuncios de la Casa Blanca, y quizás creando una opinión al respecto de una serie de cambios a la política hacia Cuba, que serían anunciados en Miami, y que podrían endurecer "significativamente" las condiciones para el comercio y los viajes de estadounidenses a la Isla, dijo Efe.

El medio conservador The Daily Caller, anticipó que Trump, planea revertir un conjunto de políticas puestas en marcha por su predecesor Barack Obama relativas a Cuba.[1]

Dos fuentes no identificadas revelaron al medio que detrás de esta iniciativa se encuentran los representantes republicanos de Florida, Marco Rubio y Mario Díaz-Balart, así como el senador demócrata por New Jersey, Bob Menendez, quienes no necesitan presentación a sus posiciones ultraconservadoras.

El representante del Consejo Económico y Comercial con Cuba, John Kavulich, informó el domingo que desde febrero, la Administración de Trump habría estado lista para anunciar los cambios, sin embargo, “problemas no relacionados con Cuba han intervenido”.

La Casa Blanca está debatiendo vigorosamente cómo abordar su política con Cuba. Trump está enfrentando la presión de los cubanos de línea dura en el Congreso para reducir las políticas de Obama, pero hay divisiones en la administración sobre qué hacer, según dos fuentes familiarizadas con el asunto, publicó The Hill. [2]

Por su parte, CNN avanzó que se espera que Trump, retroceda la apertura de Obama con Cuba a partir de junio, de acuerdo con un funcionario del gobierno estadounidense involucrado en la revisión de la actual política estadounidense hacia la Isla.[3]

Los expertos consideran que Trump está buscando hacer un gesto simbólico que cumpla sus promesas de campaña a los conservadores cubano-americanos y los miembros anticastristas del Congreso, sin cerrar la puerta al mercado emergente cubano para las empresas estadounidenses.

Asimismo, dijeron que la administración sigue buscando establecer controles más estrictos sobre los estadounidenses que visitan la Isla, y posiblemente promulgar una prohibición a los viajeros estadounidenses que traigan cigarros y ron cubanos, lo que fue levantado por Obama.

Mientras que Estados Unidos prohíbe el turismo a Cuba, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos actualmente permite a los viajeros llegar a Cuba bajo 12 diferentes categorías de viajes, tales como visitas educativas y participación en eventos deportivos. Pero las fuentes dijeron que Trump podría poner fin a esa práctica.

El endurecimiento de esas categorías probablemente afectaría los ingresos de las aerolíneas y compañías de cruceros de los Estados Unidos, que comenzaron a prestar servicio a Cuba en 2016 e irían en contra de un creciente sentimiento de sanciones anti-viaje.

Como parte de las diferentes visiones en pugna se ha presentado en el Senado del Congreso norteamericano, una propuesta de Ley para que los estadounidenses puedan viajar libremente a Cuba, con el respaldo de 55 de los 100 miembros de la Cámara alta del Capitolio.

Los senadores Jeff Flake, republicano por Arizona, y Patrick Leahy, demócrata por Vermont, encabezaron el grupo bipartidista en la reintroducción de la llamada Ley de Libertad para Viajar a Cuba.[4]

El 20 de mayo Trump emitió una declaración desproporcionada: "El pueblo cubano merece un gobierno que sostiene pacíficamente los valores democráticos, las libertades económicas, las libertades religiosas y los derechos humanos. Está comprometido a lograr esa visión ".

Aún así, en la línea de razonamiento del presidente Raúl Castro, Cuba continúa en la actualización de nuestro modelo económico y social y seguiremos luchando por construir una Nación soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible.

De modo, que gobierno y pueblo cubano aún esperan tranquilamente para saber quién se lleva el gato al agua; la racionalidad o la intransigencia.

Notas

[1] http://dailycaller.com/2017/05/29/exclusive-trump-set-to-roll-back-obamas-cuba-policies 
[2] http://thehill.com/policy/transportation/335714-trump-weighs-shift-on-cuba
[3] http://edition.cnn.com/2017/05/30/politics/trump-cuba-policy/ 
[4] https://vtdigger.org/2017/05/26/flake-leahy-reintroduce-bill-restoring-freedom-travel-cuba/ 

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